Hace unas semanas hablábamos de la Aldea del Rocío y hoy os traemos una de los acontecimientos más importantes de la Aldea,
el Salto de la Reja.
Todo el mundo conoce el Salto de la Reja como uno de los eventos más populares en
Andalucía, pero seguro que el origen del mismo es desconocido por otros tantos.
Los documentos conservados del siglo XVII no
hacen referencia alguna al Salto de la
Reja, es necesario destacar que los primeros datos de la Romería de El Rocío andan por el 1653 y
la procesión por aquel entonces era muy distinta. Durante el s. XVII la romería
se celebraba en la antigua Ermita de El
Rocío, destruida por el terremoto de Lisboa.
En 1758 y con una nueva ermita tras el derrumbe
de la anterior, llegan nuevas referencias sobre la Romería. Se habla de que la procesión de la Virgen comienza a las
once de la mañana del Lunes de
Pentecostés, pero nada hace saber cómo salía la Virgen de su nido.
En 1858 las Hermandades hacían sus misas en el
interior de la ermita, la última la Matriz,
sobre las once, en el que al finalizar salía la Virgen en procesión colocándose
delante de la imagen las Hermandades según el orden de antigüedad. Relata que
la Virgen tarda más de dos horas en recorrer las inmensas praderas; la Virgen
procesionaba en hombros, pero no se indica nada de cómo se hacía.
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo
XX desaparece el Patronato de Almonte sobre la imagen y la Ermita; desde ese
momento la Hermandad Matriz va tomando un papel importante en todos los asuntos
relacionados con El Rocío y su Romería. Durante esos años la Virgen era portada por hombres
robustos.
Ya en el siglo XX, en la década de 1920, las
crónicas cuentan cómo estos robustos hombres se agolpan en la reja “puntiaguda”
para sacar a la Virgen. Dicen las crónicas de esa época… “El mar se desbordó y la imponente ola de carne humana saltó por encima
de la verja”… ¿estamos ante el origen del actual salto o de un evento casual?
En las décadas del 30, 40, 50 y 60 nada nos refieres de este acto como algo
principal en la procesión.
Situémonos en la década de los 70. Ya con un
nuevo santuario inaugurado en 1969, el Rocío comienza a tomar otro aspecto, se
va adaptando a los nuevos tiempos. Entre 1970 y 1971 la Virgen va saliendo en
procesión más temprano, comparando la salidas de las 12 de la mañana en los
siglos XVII, XVIII y XIX, a las 10 de la mañana en la primera mitad del siglo
XX. En la década de los 70 la Virgen comienza a salir sobre las 9 y 8 de la
mañana.
Es en 1975 cuando todo comienza a cambiar.
Hasta 1975 el santuario permanecía cerrado después del Santo Rosario que se
producía a eso de la media noche, las puertas se abrían al amanecer, ya que la
Virgen saldría en procesión sobre las 8 o 9 de la mañana. Esa Romería, sobre
las 6 de la mañana un par de almonteños saltaron la reja cuando nada estaba
previsto, es así como comienza “El Salto de la Reja” apareciendo posteriormente
como el punto álgido de la Procesión. Es el inicio de la más bella estampa de
la Virgen y su pueblo, el acercamiento a los fieles, el llegar a ella.
De este modo el fervor almonteño explota, las
ansias y ganas de saltar y posar las andas sobre los hombros, hace que el
almonteño tenga siempre presente que el salto inicia un estado sobrehumano que
lleva esperándolos 365 días del año. En las décadas posteriores el Salto es
algo que forma parte de la Romería, apareciendo en la prensa como un
acontecimiento excepcional, magistral y único.
A partir de entonces el horario de la procesión
va cambiando, a finales de los 70 y principios de los 80 el salto se inicia
sobre las 5 de la madrugada. A finales de los 80 y parte de la década de los 90
entre las 2 y 3 de la madrugada, cosa que se repite en la primera década del
siglo XXI.
Siguiendo las costumbres del siglo XXI, el Salto de la Reja de 2017 se realizó a
las 3.28 de la madrugada. A esa hora, el Simpecado de la hermandad Matriz llegaba
al interior del santuario de la Virgen del Rocío y los almonteños se “lanzaron”
a por la Blanca Paloma.
La salida fue limpia y rápida. Los almonteños
pusieron a la Virgen en la calle en apenas cuatro minutos, desatando emociones.
Eso se ha ganado desde que hace un lustro se conjuraran los hombres de la
Virgen con los responsables de la hermandad Matriz para mejorar el andar de la
Blanca Paloma.
Con una temperatura agradable y una brisa que
refrescaba los cuerpos de la Virgen del Rocío iniciaba el recorrido bajo un
inmenso mar de personas en dirección a Huevar del Aljarafe, la primera de las hermandades
que visitará la Reina de las Marismas.
El salto de la reja de este año Lunes de Pentecostés
se produce 26 minutos después que el año pasado, justo cuando el Simpecado
apareció por la puerta.
A pesar de que los almonteños no esperaron a
que el Simpecado llegara hasta el altar mayor para saltar la reja, no movieron
el paso hasta que no estuvo frente por frente a la Blanca Paloma. La Virgen ya
era del pueblo.
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