lunes, 30 de octubre de 2017

EL MARISCO Y SUS PROPIEDADES

El marisco se encuentra entre las delicias del mar más codiciadas del mercado. Este manjar, con arraigo en la gastronomía española, se convierte en protagonista culinario e invitado de excepción a la mesa en fechas festivas como la Navidad.

Como bien sabéis, entre sus variedades se pueden diferenciar los crustáceos, es decir, aquellos que poseen caparazón, como las gambas, los langostinos o las cigalas; y los moluscos, característicos por su concha. Hay quien incluye además los cefalópodos -calamares, sepias, pulpo, pota- en la categoría de marisco.

Cada variedad posee características específicas, pero la mayoría comparte importantes propiedades nutricionales y beneficios más allá de un exquisito sabor. Y aunque cualquier excusa en buena para disfrutar de esta delicatesen marina, resumimos cinco ventajas de su consumo:
1. Fuente de Omega 3
Las proteínas de los mariscos son de elevado valor biológico al ser de origen animal y contener Omega 3, muy beneficioso para prevenir enfermedades cardiovasculares.
2. No está reñido con la báscula
Por su bajo contenido graso y calórico -las grasas no llegan al 2% de su composición- los mariscos no están reñidos con las dietas. Si quieres cuidar la línea sin privarte a la hora de salir de tapas, no lo dudes, elige marisco.

3. Contiene importantes valores nutricionales
Pese a sus reducidas grasas, el marisco es rico en vitaminas y minerales. Así, la mayoría de las variedades contienen en mayor o menor medida vitamina A, ideal para el cuidado de la piel y la vista en verano, vitamina E, antioxidante, y vitaminas del complejo B, entre estas ácido fólico, beneficioso contra la anemia.

4. Un alimento saludable
Si bien el marisco debe consumirse con mesura si se padece colesterol o hipertensión, por el ácido úrico que contiene, en líneas generales se trata de un alimento beneficioso para la salud por sus propiedades nutricionales. Por su alto valor proteico y sus minerales, se recomienda entre deportistas ya que mejora el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Además, como ya hemos comentado, previene problemas cardíacos por su contenido en grasas poliinsaturadas Omega 3.
Entre los minerales presentes en el marisco destacan el potasio (muy importante para los músculos y el sistema nervioso, así como para la regulación del agua en el organismo), el sodio (también esencial para regular el líquido en el cuerpo), el yodo (que además de prevenir el bocio o hipotiroidismo es necesario para el metabolismo), el magnesio (que fortalece los huesos, al ayudar a fijar el calcio, combate la diabetes y contrarresta el insomnio, el estrés y la depresión, ya que ayuda a regular la serotonina, sustancia de la que depende el estado de ánimo) y el zinc, que favorece el sistema inmune previniendo infecciones, mejora la fertilidad, tanto femenina como masculina, favorece la capacidad cognitiva y ayuda a absorber nutrientes, entre otros beneficios.

Determinadas variedades como las almejas son ricas en hierro y otras como los langostinos sobresalen por su contenido en calcio. También las hay célebres por sus propiedades afrodisíacas. Las ostras, entre éstas.
5. Un manjar gastronómico
El marisco protagoniza un sinfín de recetas. Tanto la cocina tradicional como la más vanguardista incluyen este producto entre sus platos. Ya sea cocido, frito, a la plancha, con distintas salsas… el potencial culinario de estos frutos del mar, solos o acompañados, es de sobra conocido. Y su sabor celebrado como pocos.

Fuente: Mariscos Apolo. 

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